miércoles, 3 de abril de 2013

...No permitas que las lagrimas empañen la belleza de tus ojos..

No permitas  que las lagrimas empañen la belleza de tus ojos, porque no te permiten ver el belloamanecer del día. Quisiera ser pensamiento y estar dentro de ti y así saber el momento en que te acuerdas de mí. 
-Tu sensual mirada me hipnotiza…mientras tus palabras envenenan a mi corazón con tu amor.- Eres un caudal de hermosura, tomado de la inmensidad del universo. Si mirases seguido al cielo, terminarían por salirte alas.- Si el cielo fuera como tus ojos, y el sol como tu cabello, no haría otra cosa más que mirar haciael cielo.- Las 24 horas del día las divido así: 12 soñando contigo, y 12 pensando en ti.- Dicen que la distancia olvida el amor mas profundo, pero yo no te olvido aunque te saquen del mundo.Si estoy lejos de tí, me siento menos que nadie, y estando cerca de ti, siento que floto en elaire. 
-Aunque en tu corazón hay lugar para mucha gente, guarda un pequeño rincón para
mi…no importa si no es el mejor,con tal de estar contigo. seré feliz
. Si el amarte es verte, y el verte es perderte.. prefiero… amarte sin verte que verte para
perderte.Mi generosidad es tan inmensa como el mar, Y profundo como el mismo; Cuanto más tedoy, Más tengo, pues ambos son infinitos.el morir ya no me asusta, he visto el cielo en tí. 
 Mi corazón te necesita, mi alma te reclama, pues siempre es difícil vivir sin lo que se ama.- Te veo con los ojos del corazón, Te siento con los brazos de mi alma, y me preguntas que conque te pienso?? No lo hago, simplemente me limito a amarte.
 - Conociendo tu sentir si yo fuera tu corazón sin duda me encantaria habitar en ti.-

 - Cuando mires las estrellas acuerdate de mí, en cada una de ellas hay un beso para tí. 
- El día que no te vea, para mi no sale el sol, y si sale no me alumbra como me alumbra tu amor.
  No existen puertas que el amor no abra, abismo que el amor no cruce, ni pecado que suficiente amor no puedad redimir...

jueves, 8 de diciembre de 2011

inguenua y enamorada

Yo era alguien inguenua
detrás de las máscaras alegres,
era una niña navegando
en las aguas de los sueños,
era como un cordero herido
en tierra de lobos,
y estaba enamorada...
claro cuando el amar aun signficaba algo.

Yo no cedí los derechos de mi vida.
No oculté mis ideas
Nunca apagué mi espíritu incendiado,
ni ensucié tanto mi alma
como cuando estaba enamorado.

No era mas que un animal salvaje
en la jaula de mi ignorancia,
era un sordomudo
que no quería ver,ya no queria escuchar.
era un error de la locura despiadada
y estaba tontamente enamorada..
cuando todavía.,El quererse significaba algo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

EL CUERVO

Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos.  Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

viernes, 16 de septiembre de 2011

Palabras incompletas

Palabras incompletas


Si el silencio pudiera decir las palabras,
si los besos pudieran demostrar todo el cariño,
si los latidos bastaran para saber que estoy viva,
qué feliz que sería...

Y aunque dijimos no llorar,
nuestra naturaleza rompe las promesas,
ésta es nuestra forma de mentir,
asi como el estallido de las lágrimas al caer.

El silencio no es silencio,
si los besos están hablando...

Y la saliva es néctar
de los labios deseados...
Con el fulgor de los ojos
llenos de pasión salvaje.

Perder la voluntad de vivir
es desearle el amor a la muerte...
Qué doloroso es tener corazón,
la sangre se vuelve ácido en las venas....

El hielo me corta pero no me deja rastros...
¡Qué demonios es etes sueño!
Qué real que es! ...Que esta pasando contigo.?? pues hoy ya no te comprendo...! 
solo dejame decirte una ves mas....
"Qué mal que me siento..."
(tenias razon ya era hora que me deshaga de todo aquello... gracias vago.por darme animo..me costo aceptarlo.. te quiero muchisimo amigo.. mucho vago mucha vaga :-)